Dreanuage nació como todas las cosas mágicas: sin esperarlo, y por pura casualidad.
Sentía que necesitaba reconectar con mi arte, con esa niña pequeña, más tarde adolescente, que empleaba cada segundo de su tiempo libre en perseguir el arte. Unas veces pintando, otras bordando, otras haciendo complementos con abalorios... incluso una vez me dio por tallar portalápices de madera. Y es que hay algo tan satisfactorio en emplear tus manos para crear cosas, que es adictivo.
La última vez que retomé mis acuarelas, había aprendido a editar videos, y era otra cosa que me encantaba. Así que decidí grabar el proceso, sin esperar nada a cambio, y lo subí a tiktok. Y entonces la magia de las redes sociales hizo de las suyas, y mucha gente descubrió mis dibujos. Al principio cuando me preguntaban si los vendía, no me atrevía a hacerlo, pero después de muchos mensajes pensé: ¿Pero, por qué no?
Y dos meses después te doy la bienvenida a dreanuage.com
Que me pellizquen, que todavía no me lo creo.